Hace 60 años el funcionamiento de la voz en tanto instrumento regido por las leyes acústicas e inscripto en el cuerpo humano, y por tanto, gobernado por los mecanismos fisiológicos, era un misterio. La Pedagogía Vocal Tradicional basada en la imitación, en las percepciones individuales de cada maestro de canto, y en la forma en que éstos traducían en palabras sus propiocepciones acústicas y fisiológicas, demostró ser inefectiva e incompatible con los descubrimientos científicos interdisciplinarios que se sucedieron a partir de 1950. Los nuevos conocimientos sobre la voz humana permiten analizar y reformular algunas prácticas arquetípicas provenientes del Modelo Conservatorio que puestas en acción hoy en día resultan inadecuadas desde un punto de vista metodológico y contingentes en relación a los resultados que buscan obtener. La Pedagogía Vocal Contemporánea, junto con la investigación científica como principal estandarte, logró superar los paradigmas hegemónicos de educación vocal anteriores, e introdujo un marco teórico práctico y eficaz. Uno de los conceptos centrales de este nuevo enfoque es el de diagnóstico. Resulta insoslayable profundizar en este término, ya que el mismo designa una metodología didáctica que en el siglo XXI se erige como principal requisito para desempeñarse como profesional de la Técnica Vocal.