Durante las décadas de 1820 y 1830 se produce en Buenos Aires un debate en torno al modo de organizar los servicios hospitalarios. Diferentes modelos y alternativas se plantean en una discusión en la cual intervienen publicistas, médicos, arquitectos, así como el Estado y la Iglesia. Los resultados pueden ser analizados a partir del análisis del proyecto de un gigantesco hospital que realiza el arquitecto italiano Carlo Zucchi por encargo del gobierno de la provincia. En este edificio se articulan tanto las innovaciones más radicales de la naciente medicina clínica como los intereses políticos de un gobierno preocupado por el control de los sectores populares y la renovación de las relaciones con la Iglesia, en crisis desde los inicios del proceso revolucionario.