Los historiadores del arte llaman “realismo” al movimiento artístico dominante a mediados del siglo XIX, que proponía “brindar una representación verídica, objetiva e imparcial del mundo real, basada en la observación meticulosa de la vida del momento” . Sin embargo, puede decirse que la exigencia realista, entendida como la apelación y capacidad de las obras para capturar los fenómenos del mundo sensible, es anterior y que el realismo del siglo XIX es sólo un momento, paradigmático si se quiere, en el camino de una condición habilitada por la discursividad moderna.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)