En los últimos años se ha desarrollado una práctica basada en la participación mimética conocida como ejecución aérea, que consiste en hacer la mímica de una interpretación musical instrumental, realizando los movimientos corporales que sugiere una determinada obra musical. Esta práctica, pone de manifiesto un compromiso personal con la música y muestra algunos principios importantes de la codificación mental del sonido musical. El conocimiento kinético que se pone en juego durante la ejecución, es un conocimiento corporeizado de un nivel de significado que proveería más fuentes de información para el análisis que la mera imitación vocal. Así, es posible suponer que, la promoción de acciones relacionadas con la ejecución instrumental en las prácticas audioperceptivas de transcripción, enriquecería la ontología sobre la que descansan dichas prácticas, al incorporar la kinesis de la ejecución, la cual funcionaría como una mnemotecnia de soporte.
Con el objeto de poner a prueba este supuesto, se diseñó un experimento que introduce la ejecución aérea, como parte del proceso de transcripción melódica. Un estudio previo permitió observar que la mímica desplegada por los oyentes reflejó modos diferentes de la cognición corporeizada y se manifestó en dos dimensiones: por un lado, como ejecución en el aire, esto es, una ejecución en tiempo real en simultáneo con la música y por otro, como un proceso de extensión de la mente más que como resultado de una performance de índole musical. Este trabajo, de carácter exploratorio y descriptivo, se propone analizar si estas modalidades de la mímica instrumental, se reflejan en las reproducciones cantada y escrita, que proveyeron los participantes del estudio.
Objetivo
Analizar la correspondencia entre la modalidad de la mímica instrumental desplegada por tres oyentes durante una tarea de transcripción de una melodía y las reproducciones cantada y escrita que proveyeron de la misma.