La práctica musical compositiva que utiliza medios electrónicos en el campo de la música académica centroeuropea se ha presentado históricamente determinada por los medios de producción y la presencia de compositores destacados. Sin embargo, la existencia de instrumentos electrónicos y eléctricos data de mediados de siglo XVIII en la propia Europa central. También es anterior, y en cantidades no menos significativas, la existencia de músicos interesados en el desarrollo de músicas mediadas por tecnologías electrónicas o eléctrica. No obstante, la composición musical que prescindió del intérprete, que se modificó en las formas de circulación, que incluyó otras fuentes sonoras no fue posible de practicarse en forma sistemática y mayoritariamente estandarizada ni en el siglo XVIII, y tampoco durante el siglo XIX. Sólo será posible en la medida en la que una confluencia de situaciones, relativas a las condiciones de producción y de difusión musicales, se desarrollen en estricta vinculación con el inicio de la Guerra Fría, la promoción cultural del mundo capitalista occidental y el impacto de la existencia de la grabación aplicada a la realización musical.
El presente trabajo pretende indagar en los aportes que al estudio de la música electrónica puede realizar la inclusión de perspectivas teóricas de la nueva historiografía musical. De esta manera, repensar las correspondencias entre la promoción cultural llevadas a cabo por el Estado de Bienestar a mediados de siglo XX en Europa central, las relaciones entre los laboratorios de música electroacústica y las radios estatales, los festivales de música contemporánea y los conflictos entre intérpretes y compositores, las relaciones sociales entre músicos, técnicos e ingenieros de sonido, así como el impacto de tales obras en el público.
La presentación de la relación entre producción musical y tecnología como unidireccional conlleva el presupuesto de que la existencia de un dispositivo es el motor de cambio de las necesidades estéticas de una determinada sociedad en un determinado momento histórico. El reconocimiento de que lo tecnológico está socialmente construido colabora con la comprensión de los alcances que puede tener una sociedad configurada tecnológicamente.