Cuerpo escindido, acorralado. Pensar/me cuerpo andrógino, entramado de dimensiones que se des/dibuja y se mapea. Territorio cercado en la ficción de la unicidad primordial, de la totalidad. La androginia “cósmica” o “divina” –para Mircea Eliade- es un estado de perfección, no de totalidad sexual, sino de totalidad universal, donde coexisten los contrarios, lo que era antes de la separación; es decir la perfección divina que se funde en lo Absoluto y brinda sentido a la existencia.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)