El United Nations International Research and Training Institute for the Advancement of Women–UN/INSTRAW en su Informe de 2005 referente al progreso en la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995), alerta sobre la creciente reproducción en los mass media de estereotipos de lo que la sociedad global y sus distintas culturas asumen como “femenino y masculino”. Manifestaciones que por su abierto y directo sexismo acaban contribuyendo, indudablemente, a la manutención de las desigualdades entre hombres y mujeres. Por lo tanto, conviene recordar, como nos enseña Hall (1997), que los significados que compartimos en la cultura no son constantes, fijos, y tan poco existen previamente como cosas en el mundo social, pero son productos que constantemente se modifican y que se manifiestan en diversas instancias sociales, como la familia, los mass media y la escuela, transitando, consecuentemente, por los diferentes procesos o prácticas culturales y en las distintas áreas del saber, como la psicología, la educación y el Derecho.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)