En este trabajo sólo me ocuparé de la crítica moral a la argumentación, aunque la crítica cognitiva suscita cuestiones y polémicas que suelen ser paralelas a las que se plantean respecto de la crítica moral. Así, por ejemplo, la crítica de Susan Haack (Haack, 1993) a la crítica cognitiva de Andrea Nye (Nye, 1990) a la argumentación lógica puede entenderse en los mismos términos que la crítica de M. Bruner (Bruner, 1996) a la propuesta de una retórica feminista por parte de Foss y Griffin (Foss & Griffin, 1995).
En ambos casos se sostiene que la caracterización del discurso lógico, o de la retórica tradicional, como patriarcal representa una tendencia a reificar los estereotipos de género más que a problematizarlos.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)