Se ha sostenido con iterada recurrencia que Odisea ofrece, a través del número y diversidad de sus personajes, una visión de la política y la sociedad del período arcaico bastante más amplia que la de Ilíada. El análisis de la estructura y composición de las clases sociales a las que pertenecen sus personajes, demuestra una organización estratificada que incluye sectores diversos, cuya composición establece vínculos geográficos y espaciales entre ellos. Dicha composición social abastece una estructura del poder que involucra un tipo de moralidad o una visión acaso “premoral”, para la que resulta básico el concepto de areté (excelencia). De tal manera, la información que Odisea encierra sobre la sociedad arcaica no es una simple pintura “verosímil”, o una información de cuño absolutamente histórico, sino que el poema aporta una visión idealizada y selectiva y supera el mero testimonio histórico, ya que en la articulación de la visión moral con la composición del poder, mediada por el concepto de areté, el poema no propone una simple reproducción de circunstancias sino una “representación” de clases en el más estricto sentido mimético: una nueva presentación que involucra una concepción estética e ideológica.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)