Al igual que Platón es Cicerón un teórico, más que detenerse en los detalles en particular, su vista se dirige al todo. Este ascenso es el que posibilita el descenso a la realidad concreta, averiguando su origen y fundamento. Por eso lo que dicen en teoría Platón y Cicerón no se opone en nada a lo que establece Aristóteles. Éste es un practicante de la doctrina, por eso su vista está centrada en las aplicaciones prácticas. Pero Cicerón es también un opinator, por eso se lo acostumbra ubicar transitando las más variadas escuelas como un ecléctico. Cicerón trata de encontrar un punto en común entre las diversas escuelas, sólo le preocupa destacar un principio o fundamento sobre la cuestión de la concordia.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)