Frente a una cultura medieval temprana preeminentemente latina, los primeros textos escritos en lengua vulgar debieron poner en funcionamiento nuevas formas de autoridad para legitimarse como prácticas discursivas aceptables. Ante la relativa estabilidad de la textualidad latina, los textos vernáculos se vieron obligados a adoptar variados parámetros de configuración de su entidad e identidad, tanto en las formas poéticas como, especialmente, en las prosísticas.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)