Se abordará la película Nosilatiaj. La belleza (2012) de la directora argentina Daniela Seggiaro. Punto de partida es la premisa planteada por numerosas teóricas feministas acerca de la producción de un cine capaz de superar el fuerte carácter normativizador de lo que Teresa De Lauretis describe como una “tecnología de género”. La historia de Yolanda, la adolescente Wichí que vive como criada en la casa de una familia criolla, se desdobla en dos planos que parecen trenzarse y que aportan la reconstrucción de una subjetividad configurada en tanto que otredad. Para el análisis se recurrirá al trabajo realizado por Britta Sjogren acerca de la voz femenina. Sjogren sostiene que la voz sirve a la construcción de un sujeto a partir de la consideración de subjetividades múltiples. A través del uso de la voz en off es posible trabajar otro tipo de agenciamiento femenino dentro de la pantalla, por su carácter de superador de este marco constreñido. Invita entonces a conceptualizar el deseo en la relación cinemática, como ligado a otras instancias más allá de la visión o de la imagen. Y la plasmación del deseo femenino es lo que Claire Johnston consideraba esencial en la producción de un “contra-cine”.