En la última década desde la agenda pública, se ha instalado en la sociedad, la necesidad de “accesibilidad al patrimonio cultural”, y un poco mas profundamente, la de “museos inclusivos”, conceptos alusivos a la misión ampliada de los espacios patrimoniales de ofrecer sus instalaciones, servicios, conocimientos y posibilidades a la mayor cantidad de personas, considerando las diferencias en capacidades físicas, de aprendizaje, sociales, etc.
Desde este nuevo paradigma se presenta la oportunidad de reflexionar acerca de la misión de los museos universitarios en el marco del bicentenario, por varias razones.
Una de ellas atiende a los alcances de esta nueva misión evaluada desde la relación costo/beneficio en términos gestionales, que estaría dada por la proporción de personas discapacitadas que puedan llegar a visitar al Museo. ¿Por qué un Museo habría de realizar acciones que permitan incluir un número reducido de visitantes, tal como las personas con discapacidad? Intentaremos aquí ir desagregando otras preguntas que nos den elementos para esta respuesta.