El museo es un mediador, esencial a la hora de pensar el compromiso y la función social de un investigador. Las investigaciones que no se ponen a consideración de la sociedad y quedan encerradas en los ámbitos academicos, separan al intelectual de su comunidad y le quitan sentido a su profesión.
Las funciones difusora y educadora de los museos no se agotan en sí mismas, ya que dejan el espacio abierto a la discusión y la crítica, que permite el replanteo constante de los postulados básicos de la antropología.
El Área Educación y Difusión del Museo de Antropología Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, ha generado desde su reapertura en el año 2002 hasta el momento una serie de políticas culturales que permitan este acceso, y queremos compartirlo.
El recorrido que planteamos es cronológico con el fin de mostrar la conformación del Área Educación y Difusión del Museo, teniendo en cuenta: el equipo de trabajo, la formación brindada y recibida en torno a la teoría museística y patrimonial, el crecimiento de demanda por parte de los visitantes, la mejora en la calidad y diversidad de servicios.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)