Aprender a programar implica un proceso mental complejo, que requiere que el alumno pueda comprender el problema a resolver y entender el procedimiento mediante el cual puede llegar a una solución. Las TIC pueden ayudar a que los estudiantes mejoren sus aprendizajes, pero para lograrlo es necesario configurar un nuevo escenario donde se fortalezcan las relaciones entre los profesores, los alumnos y los contenidos a enseñar. En este trabajo se analizan diferentes recursos TIC orientados a la enseñanza de la programación, sus ventajas y requisitos a la hora de incorporarlos en la práctica educativa.