En el presente trabajo se toman los casos de Guillermo Kraft y Jacobo Peuser, dos importantes sociedades anónimas de impresiones generales que, si bien alcanzaron su prestigio editando libros de autores nacionales, recurrieron también a títulos de origen extranjero ajustados a la demanda y encuadrados dentro de formas preestablecidas para alcanzar el "éxito de librería". Estas ediciones comerciales le permitían a las empresas costear otras propuestas individuales y colecciones, quizás menos rentables en lo inmediato, pero que contribuían al crecimiento del fondo editorial de autores argentinos, que eran los que les conferían a la larga un mayor capital simbólico y prestigio social.