El film se presenta como una propuesta sumamente novedosa para sus años y extravagante en su lenguaje. Producida en Holanda y sin estreno comercial en la Argentina, es una de las películas de culto más interesantes y complejas del cine nacional. Entre el género de cine histórico y el realismo mágico, el film rememora las desapariciones y la represión ejercida durante la dictadura, a través de metáforas y alusiones lingüísticas y visuales. La obra fue realizada en el año 1993, escrita y dirigida por Alejandro Agresti, y protagonizada por Carlos Roffe, Sergio Poves Campos, Lorenzo Quinteros y Mirtha Busnelli. Se trata de una compleja trama en la que confluyen la historia de un mago que hace desaparecer cosas e incluso personas, un lenguaje sumamente particular que se vale del blanco y negro, de juegos de cámara y de voz en off, entre otras cosas, y la aparición de ciertos elementos que funcionan como anclajes simbólicos a lo largo de todo el relato. De esta manera es que, lejos de ser una película que habla directamente sobre los desaparecidos y sobre la dictadura militar, nos remite metafóricamente a aquella situación, a través de diversos recursos. Pero además nos plantea otra cosa. Nos interpela como espectadores y nos invita a cuestionarnos lo que vemos y lo que no vemos.