El presente trabajo se orienta a reflexionar sobre el rol de la escuela en la desaparición de “lo público” (Milstein: 2009), a partir de una situación escolar particular signada por la expulsión de una docente que propone un texto literario considerado impertinente por los padres de sus estudiantes. Tornar esta situación en objeto de conocimiento exige imprimir interrogantes, allí donde el sentido común y el practicismo nos conducen a establecer respuestas mecánicas, burocráticas y funcionales: y, en tanto tal, sostenedoras de lo dado.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)