El genérico término “Economía social” nombra distintas actividades y prácticas, siendo utilizado por sujetos que se posicionan de manera diversa y hasta antagónica. En el presente trabajo, nos proponemos analizar las formas y sentidos que adquiere en la Argentina contemporánea.
Considerando que desde fines de siglo XX a la actualidad el sujeto central en las experiencias de economía social está constituido por las capas más empobrecidas de la clase trabajadora; planteamos la siguiente pregunta como eje del trabajo: La participación en experiencias de economía social, ¿afianza una “posición marginal” o se constituye como un medio para la “inclusión social”? Este interrogante se articula a otros: ¿Qué relaciones se establecen entre la lucha por la supervivencia y la lucha política?, ¿Qué participación tienen estos sectores en el conflicto social en general?, ¿Qué vínculos se plantean con el Estado y, particularmente, con la política social? Para abordar estas cuestiones, comenzaremos por una breve caracterización del escenario nacional que se dispone a partir de la crisis de 2001, un punto alto del conflicto social y una ruptura en la historia reciente de nuestro país. Esta tarea nos permitirá dar cuenta del crecimiento de las capas más pobres de la clase trabajadora y, en este proceso, el aumento de las experiencias asociativas y autogestivas.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)