La cuestión que nos interesa problematizar, constituye una trama social compleja, donde se presentan las características de las mujeres trabajadoras del servicio doméstico remunerado y no registrado –en general – mujeres pobres, con bajas calificaciones, muchas de ellas receptoras de programas sociales que combinan con el ingreso que aporta su actividad doméstica remunerada. Estas circunstancias enmarcan determinadas condiciones de vida que inciden en las percepciones y significaciones sobre las cuestiones que nos proponemos abordar. Las condiciones de vida en general y la situación laboral de este grupo de trabajadoras se encuentran atravesadas por estructuras, normativas, campos relacionales que influyen en la constitución de su identidad/identidades, coincidiendo con Tizziani (2011:6) en que “el empleo doméstico aparece muchas veces en sus relatos como una elección que cobra sentido cuando se lo integra dentro del universo de inserciones laborales posibles al que pueden acceder”.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)