Hoy en día sabemos que la violencia contra las mujeres o violencia de género, constituye una violación a los derechos humanos de las mujeres. Sin embargo, este reconocimiento tiene una historia reciente. Desde la perspectiva de género entendemos que estas violencias manifiestan lo más primario del patriarcado: el sexismo, machismo y misoginia. Su erradicación implica una profunda tarea.
Comprender la densidad histórica de la violencia sexista ayuda a vislumbrar el proceso por el cual fue naturalizada. De diversas maneras se ha manifestado desde tiempos antiguos en distintas culturas, religiones y sociedades. La filosofía, la ciencia y la política la han convalidado.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)