En una gran mayoría de fotografías de arquitectura, la línea suele ser la base de la composición y no por eso el punto principal.
Es quizá el elemento más importante de todos los que constituyen la composición de una imagen. Toda fotografía tiene líneas, ya sean verticales u horizontales, diagonales o curvas las cuales pueden ser "reales" (se perciben a simple vista) o "virtuales" (se generan por alineación de varios elementos), según como se las organice o distribuya dentro del visor.
Las líneas curvas son las que transmiten mayor dinamismo y plasticidad, en ocasiones le introducen un fluir rítmico a la imagen.
Sin embargo las líneas diagonales, desequilibradas y dinámicas, pueden dar la sensación de estar cayendo o a punto de hacerlo.
En la fotografía de grandes edificios, donde generalmente predominan las líneas verticales, estas tienden a dar sensación de altura y espectacularidad.
Las diversas formas de ver las líneas y utilizarlas en fotografía está relacionada con la imaginación, creatividad y experiencia visual de cada persona.