El ser humano reúne en sí una naturaleza biológica y una naturaleza cultural. Enfrentamos el problema de la fragmentación del conocimiento como consecuencia de la linealidad de las trayectorias de formación científica y la hiperespecialización. Más específicamente, enfrentamos los problemas derivados de la división entre ciencias naturales y ciencias sociales o humanas. Esta división proviene, en parte, de los fracasos de las estrategias reduccionistas de unificación de las ciencias (Agazzi, E. and Faye, J., 2001).