En los nuevos escenarios actuales, la vejez y el envejecimiento forman una nueva geografía y una nueva historia cultural, social, y singular. Los cambios y trasformaciones en las concepciones sobre la vejez se han producido por múltiples factores que han transformado no solamente la población, en tanto aumento del porcentaje de personas mayores que habitan la sociedad, sino que han desafiado a los mayores a construir y crear nuevas representaciones de la vejez y los modos de significarla y proyectarla. Asimismo, junto con los criterios actuales para definir y comprender este momento vital desde el aporte y advenimiento de la gerontología, tienen efectos en la construcción de la subjetividad e identidad prejuicios que producen activamente sentimientos de rechazo y desvalorización hacia la vejez como etapa no deseable para ser vivida. Preservar la memoria va de la mano de preservar la identidad; la acción de anudar un recuerdo con otro produciendo un nuevo sentido del acontecimiento narrado, preserva el sentimiento de mismidad otorgando identidad y subjetividad al ser.