Investigaciones neuropsicológicas recientes demostraron que el consumo de alcohol de fin de semana suele asociarse a severas alteraciones cognitivas tales como déficits en las funciones ejecutivas y amnesia anterógrada para material verbal. De la mano de estos estudios, investigaciones experimentales en roedores demostraron que una administración de alcohol de 9 a 12 g/kg por día durante 2 o 4 días (administración experimental que intenta modelar el consumo de alcohol de fin de semana), provoca neurodegeneración en regiones específicas de la formación del hipocampo tales como la corteza entorrinal y el giro dentado, y también en regiones olfatorias como el bulbo olfatorio y la corteza piriforme anterior.