En el período comprendido entre 1976 y 1983, se estima que una cantidad superior a 500 mujeres fueron secuestradas en estado de gravidez, es decir que éste sería el número aproximado de niños nacidos en cautiverio durante el periodo mencionado, de los cuales una gran cantidad fueron apropiados.
Siguiendo los desarrollos de Daniel Feierstein, podemos decir que la apropiación de niños formó parte de una práctica social genocida. Tomamos la definición que la precisa como "(...) aquella tecnología de poder cuyo objetivo radica en la destrucción de las relaciones sociales de autonomía y cooperación y de la identidad de una sociedad, por medio del aniquilamiento de una fracción relevante (sea por su número o por los efectos de sus prácticas) de dicha sociedad y del uso del terror, producto del aniquilamiento para el establecimiento de nuevas relaciones sociales y modelos identitarios" destrucción de un grupo como tal (y no sólo de los individuos que lo conforman) como la supresión de su dimensión identitaria.