En este trabajo me referiré a lo que considero una cuestión importante y por este motivo es que he tomado diferentes momentos que he situado en el relato de una paciente e intentaré construir el caso a través del recorrido por las entrevistas hasta aquí mantenidas para vislumbrar algo de las posiciones subjetivas de la misma entendidas como “el modo en que se responde a la condición del Otro” (Muñoz, 2011). De este modo, es de interés subrayar las condiciones de la institución para atender al carácter diversificado y no seleccionado de la problemática que presentan los sujetos que consultan en el Centro. Y es de importancia esto último, para atender a las particularidades de la clínica y sus novedades, como puntos de interrogación para elaborar una estrategia que permita la inserción del psicoanálisis en este tipo de dispositivo asistencial. Se trata de Silvia, una paciente de 59 años, la cual es atendida en el Centro Atención Primaria de Salud de la Municipalidad de La Plata. Presenta una consulta espontánea, por motivos de desasosiego, angustia prolongada, conjugada con una historia personal que pudo ser trabajada en relación a varios puntos importantes en donde se ha jugado el deseo y el goce en la posición de la paciente a lo largo de su vida. De esta manera, a partir de dos momentos en su vida en donde la paciente considera que “perdió todo”, se intentará presentar la forma en que se ha construido en la paciente su posición y de este modo resaltar su relación con su propia hija. Punto nodal en donde el “ser madre” ha definido su deseo y sus relaciones con los hombres desde siempre teniendo consecuencias concluyentes para éstas. Algunos interrogantes que se trabajaron y surgieron a partir del caso fueron: ¿Qué tiene de natural ser madre? ¿Alguna fuerza instintiva impulsa a ello? ¿Cómo ser una buena madre? La homologación freudiana entre madre y mujer es el punto de partida del tratamiento de estas cuestiones en el medio psicoanalítico. En distintas oportunidades de su enseñanza, Lacan recurre a expresiones tales como el "sentimiento de maternidad" ("Los complejos familiares", 1938); la "satisfacción natural e instintiva de la maternidad" (Seminario 5, 1957–58); o el "instinto materno" ("Ideas directivas..., 1960). En realidad, no hay nada menos natural e instintivo que ser madre. En cada caso Lacan lo sitúa en relación con la mediación simbólica. De esta manera, así como no es posible construir un universal de las mujeres, tampoco es posible determinar cómo ser madre.