Elegimos iniciar el presente trabajo con el relato de una situación vivida en una escuela de la zona Oeste de La Plata, aunque no justamente por su condición de anómala o poco habitual. La tomamos de las notas de nuestro trabajo de campo, que fue llevado a cabo en un espacio geográfico que se caracteriza por una población con importante afluencia migratoria, tanto del interior del país como de países limítrofes. Allí seleccionamos una escuela a la que concurren niños en situaciones de extrema pobreza, que comparten el espacio de aprendizaje con niños de clase media pauperizada, y a la que además concurren más de treinta niños hablantes de lenguas amerindias, además del español.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)