Señoras y señores, una confesión: ¡Todos nosotros, los que pensamos y producimos medios públicos, hemos fracasado!La verdad: no tenemos audiencia, no tenemos legitimidad política, no tenemos quién nos defienda, no tenemos medios que sean parte de la memoria colectiva de nuestras comunidades.
¿Por qué? Porque nos hemos confundido, o nos hemos dejado establecer unos criterios que nos han llevado por el camino equivocado. ¿Cuáles son esas confusiones? - Pensar que los medios públicos de América Latina deben imitar a los medios públicos europeos.
- Creer que los medios públicos son “instrumentos” de propaganda de los gobiernos.
- Asumir que los medios públicos son “instrumentos” para “pasar” los saberes, éticas y prácticas de los ilustrados.
- Pensar que… medios públicos = educación + cultura.
- Establecer lo serio, lo escritural y lo retórico como lo válido.
Para superar estas confusiones, he aquí el argumento de este texto: ¡A los medios públicos hay que inventarlos de nuevo!¿Cómo?:
1- Produciendo nuevos modos de narración colectiva
2- Interviniendo la estética y narrativa con que cuentan
3- Rompiendo con la homogeneidad de la máquina mediática y el mercado ¿Cómo se puede hacer esta reinvención de los medios públicos? Aprendiendo de los que ya lo están haciendo: la exploración tecnológica, la inspiración étnica y el activismo comunicativo como estrategias para generar una mayor conciencia sobre el valor social de la Comunicación, la intervención estético-narrativa de la sociedad y la importancia política de los medios de la gente.
¿Para qué? Para imaginar que es posible la narración colectiva cotidiana, una en la que toda la sociedad se reconozca y se confronte para crear un nuevo estatuto para la democracia.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)