Al preguntarse si los sujetos telespectadores son activos o pasivos, Mario Carlón presenta el escenario (porque como cuestión ya está superada) donde trazar un recorrido teórico con aportes del campo de los estudios culturales y del análisis cinematográfico, sustentado, asimismo, por la semiótica y el psicoanálisis. Pero, reconociendo limitaciones a esos aportes, ve la necesidad de redefinir un campo nuevo teniendo en cuenta ante todo el carácter semiótico de la especificidad de lo televisivo y otros caracteres provenientes del estudio de otros diversos lenguajes como la constitución del sujeto espectador y la de los saberes que en la expectación televisiva específicamente se movilizan.