La Convención de los Derechos del Niño y las leyes oportunamente aprobadas brindan nuevas modalidades de atención y conceptualización sobre lo que se entiende por Niñez y Adolescencia. Sin desmerecer ni abandonar la lucha política por su total implementación, en esta oportunidad propongo analizar e incursionar por las prácticas profesionales en estos contextos.
El objetivo remite a reflexionar sobre la práctica profesional en los dispositivos de atención a la infancia con vulneración de Derechos, teniendo en cuenta algunos de los principios Rectores de la Convención: el Derecho a ser oido y que su opinión sea tenida en cuenta y Autonomía Progresiva. Para ello servirá de apoyo teórico los desarrollos de Ricardo Rodulfo quien a través de sus obras transmite modalidades novedosas de “escuchar” psicoanalíticamente y entiende al niño y adolescente como un sujeto activo, en búsqueda de placer y experiencia y que se construye y es en el medio del jugar. De aquí la intención de repensar sobre las formas de escuchar al niño, especialmente al niño con vulneración de Derechos en espacios donde es posible hablar y decidir por ellos.