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Las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) son un conjunto de patologías crónicas multifactoriales en las cuales se produce una respuesta inmune aberrante contra componentes de la microbiota intestinal. Dentro de las EII, la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC) son las dos formas más estudiadas. Si bien existen diferencias en la presentación clínica de estas patologías, en ambos casos los linfocitos T (LT) de la mucosa sobre-expresan citoquinas pro-inflamatorias del perfil Th1. La cronicidad de este proceso desencadena complicaciones tales como la formación de abscesos, fístulas, estenosis e inclusive la necesidad de resección quirúrgica de diversos segmentos del intestino debido a lo extenso del daño. Galectina-1 (Gal-1) es una lectina endógena con propiedades anti-infamatorias ampliamente documentadas. Entre los distintos efectos descriptos para esta proteína podríamos mencionar el control de la sobrevida de los LT Th1 y la modulación en la producción de citoquinas. En el presente trabajo de tesis se propuso estudiar la expresión de Gal-1 en la mucosa colónica humana y murina en situaciones fisiológicas y patológicas; analizar la correlación entre la producción de esta lectina y la actividad inflamatoria del tejido y su capacidad de modular la sobrevida de los LT y de las células epiteliales intestinales (CEI) en dichos entornos. Pudimos demostrar que el análisis conjunto de la expresión intestinal de diferentes galectinas permite distinguir entre pacientes con EII activa y pacientes control, EII inactiva o en remisión. Además, concluimos que este análisis es una herramienta eficiente para determinar el grado de inflamación de dicha mucosa y distinguirla de otras patologías inflamatorias intestinales agudas y crónicas. Por lo tanto, podría constituir un marcador de la historia de la patología en el paciente. En cuanto a su rol en la fisiología intestinal, en homeostasis Gal-1 ejerce un efecto pro-apoptótico sobre los LT de la lámina propia colónica, efecto que permite controlar la activación celular frente al constante desafío antigénico por parte de la microbiota. Además, comprobamos que la respuesta fisiológica del intestino frente a un estímulo inflamatorio consiste en inducir un aumento en los niveles de expresión de esta lectina. Sin embargo, este mecanismo compensatorio resulta inefectivo dado que los LT de la lámina propia alteran su maquinaria de glicosilacióin, inhibiendo la expresión de los ligandos específicos para Gal-1. Asimismo, las proteasas presentes en el entorno inflamatorio tisular degradan a esta proteína. Ambos efectos en la lámina propia favorecen la persistencia del foco inflamatorio y la no resolución del daño tisular. Por otra parte, la inflamación sostenida incrementa el porcentaje de CEI que expresan los ligandos para esta lectina. Este fenómeno intensifica el efecto pro-apoptótico que Gal-1 ejerce sobre dichas células. Este mecanismo contribuye a la perdida de la integridad epitelial, la alteración de la permeabilidad intestinal y propicia la traslocación de los antígenos del lumen a la lámina propia. Por lo tanto, en condiciones de homeostasis, Gal-1 contribuiría a la normal fisiología del intestino. Sin embargo, en procesos inflamatorios crónicos, dicho rol se vería alterado, hecho que propiciaría la continuidad de la enfermedad. Una mejor comprensión de los mecanismos que gobiernan la expresión de los ligandos específicos de esta lectina, y el rol que ésta ejerce sobre otras células del sistema inmune, permitirá plantear nuevas terapias o procedimientos para restablecer el glicofenotipo de los LT y de las CEI y, de esta manera, controlar la inflamación intestinal