En el presente trabajo queremos dar cuenta de aquellas dificultades que pensamos a partir de poner en relación el trauma y la urgencia. Entendemos que la urgencia como grito ha de transformarse en llamado sólo en la medida en que alguien como Otro acuse recibo y sancione discrecionalmente aquello que escucha. Se nos plantea entonces la relación con la demanda y la transferencia, que determinará sin duda el devenir de todo accionar tendiente a localizar, aún en la urgencia, a un sujeto. Eso nos diferencia y particulariza de cualquier otro accionar posible. Al menos desde allí elegimos avanzar.