El texto, objeto de estudio del presente trabajo, narra la historia de un cuerpo de niño vestido o, lo que resulta más problemático, la de un vestido que elige un cuerpo de niño.
Esta inocente conflictividad que trabaja el libro, habla de la posible elección de género en la niñez y, si pensamos con Foucault que, desde el siglo XVIII los discursos en torno al sexo encierran a la sexualidad infantil en el ostracismo hasta crear a un niño carente de sexo, así, los niños no tendrán sexo y por lo tanto se les prohibirá hablar de él (2002:
10), la temática del libro de Umpi y Moraes no deja de ser transgresora. Si pensamos El vestido de mamá como un libro para niños y niñas, entre otros/as lectores/as, donde una familia acepta que su pequeño hijo use un vestido para mujer “más allá del ámbito del juego”, nos encontramos con el primer problema que surge de hacer hablar a la niñez sobre un tema históricamente silenciado. De este modo, se abre una zona discursiva que interpela la vigilancia institucional familia-escuela sobre la polisemia de los textos (Barthes, 2002), en este caso, aquellos sentidos que interpelen las construcciones de género a temprana edad.