El uso de las computadoras y las aplicaciones vinculadas a Internet ya no refieren únicamente a tareas especializadas, sino que son parte de la vida cotidiana. En función de ello, los avances tecnológicos de los últimos años han provocado una transformación en los hábitos lectores. Así, el fomento de la lectura y la promoción misma del libro se ha reinventado postulando nuevas modalidades. La transmisión del conocimiento fue reconfigurándose a fin de destacar instancias dinámicas de encuentro lector. Si bien el evento comunicativo entre un lector y el libro de tapa dura o impreso persiste, es posible destacar cierto cambio de paradigma, destacando así el lugar preponderante que ocupan las redes sociales en un escenario de lectura puesto que proponen diferentes recorridos en la práctica.