La resistencia de los jóvenes a leer literatura en los espacios académicos de nivel secundario es un problema con el que nos enfrentamos los docentes de enseñanza de la Lengua y la Literatura. El interrogante que se nos plantea es cómo generar el acercamiento de los jóvenes a los textos literarios, y una de las posibles soluciones es implementar como estrategia de trabajo la narración oral de ficciones para generar el deseo por la lectura. Esto se hace posible gracias a la presencia de un sujeto carismático que habilita el encuentro personal del lector con los textos y, si la experiencia es grata, promueve la posibilidad una práctica social colectiva y duradera en el tiempo.