Analizar las representaciones sociales que se generan en torno al acceso a la educación y el contacto con actores externos al penal para estudiantes privados de la libertad es un modo de comenzar a pensar y debatir sobre la importancia que esta experiencia, así como también para revisar las lógicas en las que este derecho se desarrolla y garantiza intra muros. El leer y escribir dentro del penal se presenta como un desafío para todos aquellos estudiantes que desean no sólo cursar una carrera de grado sino también para aquellos que, viendo a los compañeros de penal salir a la facultad, desean terminar sus estudios primarios y/o secundarios. Y es que justamente este derecho que se busca garantizar en los penales no debe entenderse bajo la lógica de premio-castigo que muchas veces se busca imponer, sino como un derecho que el propio Estado ha de garantizar.