Lacan, al igual que Freud, ha utilizado innumerables referencias literarias, ya sea al pasar o haciendo un exhaustivo análisis, para extraer de ellas alguna enseñanza y para ilustrar aquello que estaba conceptualizando. Nada ha quedado afuera: la tragedia, la comedia, el teatro, los mitos, la literatura sobre el amor cortés, los autores modernos, los autores clásicos, la literatura francesa, la inglesa, la italiana, la española, y por supuesto, la poesía y en menor grado, las novelas, algún representante está presente. Está en juego en ese uso la transmisión de un estilo que comienza con Freud, que Lacan rescata con su famoso “retorno a Freud”, pero que al mismo tiempo, como se verá a continuación, modifica.