Las terapias cognitivas definen sus modos de intervención como un “trabajo psicoeducativo” o de entrenamiento, ya que el trastorno estaría sostenido por creencias irracionales o pensamientos automáticos que el paciente deberá rastrear para luego con ayuda del terapeuta crear “alternativas” que derivarían en un pensamiento racional. Teniendo en cuenta la base empírica de esta terapéutica, es decir los resultados clínicos, me propongo investigar lo que creo el eje central de intervención, esto es, la relación terapeuta-cliente, también presentada como relación transferencial y contratransferencial.