En la técnica del laúd renacentista (hablando en términos generales, durante el siglo XVI), la práctica habitual era la de tocar con el pulgar de la mano derecha adentro de los dedos (thumb-under) en lugar de tocar con el pulgar afuera como en la guitarra moderna (thumbover). En consecuencia, la muñeca de la mano derecha se ubica más abajo que en la guitarra y la línea que forman la mano y el antebrazo está más cerca de ser paralela con las cuerdas. El dedo meñique descansa levemente sobre la tapa del instrumento. Por lo general, el laúd se toca sin uñas.