En las últimas décadas, los discursos y las prácticas médicas han sido auscultadas a partir de una perspectiva social de la Historia de la Salud y la Enfermedad que ha contribuido a complejizar las miradas sobre la disciplina médica, la/os profesionales y sus intervenciones en diferentes campos, en particular, la salud pública (Belmartino et. al., 1988; Lobato, 1996 González Leandri, 1999; Armus, 2003; Di Liscia, 2003; Biernat y Ramacciotti, 2013). Dentro de esta perspectiva, pero analizando el discurso médico en clave biopolítica, investigaciones han discurrido en otras líneas que han abonado a la deconstrucción de las normativas erigidas en relación con los cuerpos y las sexualidades “aceptables” y las “excluidas” (Vallejo y Miranda, 2007). Si bien desde la crítica feminista y los estudios de género en el ámbito local ya se venía gestando el abordaje sobre las intervenciones médicas en la construcción de estereotipos, avalados por el estatuto de cientificidad, es todavía reciente el encuentro de estos aportes por parte de las pesquisas que analizan el campo médico en sus diversas aristas (Salessi, 1995; Ben, 2000; Ramacciotti y Valobra, 2008).
En esta última línea podríamos ubicar los trabajos reunidos aquí. Desde distintos abordajes, explícita o implícitamente, se refleja en ellos el diálogo con las conceptualizaciones de las perspectivas de género y feministas que enriquecen y ofrecen nuevas lentes para mirar y avanzar en la deconstrucción, especialmente, del discurso más fuertemente legitimado en todos los ámbitos de la vida social y con poder para intervenir en ellos, como es el saber médico.