Asistimos hoy a la convivencia de nuevos dispositivos y reglamentaciones con prácticas instituidas, a veces en conflicto con la letra legal, sostenidas por significaciones y representaciones sociales acerca de la infancia y la adolescencia, que socializaron a los propios actores institucionales. La privación de la libertad en los chicos/as en conflicto con la ley penal –desafío de las políticas públicas en el área- debe ser el último recurso. Es necesario crear las medidas alternativas a ese recurso y construir nuevos criterios para discernir la aplicación de cada una de las medidas.