Hoy las prácticas sociales de la lectura y escritura se encuentran penetradas por las “nuevas” tecnologías. Según Lerner (2012), “uno de los propósitos de la escuela es formar lectores y escritores que puedan participar como tales en las diferentes esferas sociales”. Consideramos que la escuela solo podrá cumplir con este propósito si ofrece oportunidades para ejercer esas prácticas tal y como se desarrollan fuera de ella con la influencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las cuales nos ofrecen diversas herramientas de escritura y soportes de lectura que impactan en los modos de leer y escribir.