La comunidad fue un tema recurrente en los desarrollos conceptuales que conformaron el fundamento de la teoría sociológica del siglo XX, cuyos ecos aún perduran. El concepto de comunidad se convirtió así en una herramienta apta para el análisis o la descripción de las relaciones sociales modernas. Los máximos exponentes de la naciente disciplina sociológica lo construyeron mediante una torsión que resignifica el concepto en nuevo marco: Tönnies, desprendiéndolo de su carácter de cuasi sinónimo del de sociedad; Weber, incorporándole un prefijo y un sufijo que le otorgan una dimensión dinámica, como proceso histórico en marcha o como relación social en proceso; Durkheim, convirtiéndolo en la fuente de toda sociabilidad; Parsons, integrándolo en un oxímoron que, en la intersección de sus partes componentes, configura el espacio de posibilidades para lo social. Este concepto posee así una dimensión histórica, contenida en el mismo, pero también una teorética, marcada por la función para la que es específicamente torsionado en el marco de cada perspectiva sociológica. Diríamos, una semántica y una intención. El objetivo de esta ponencia es rastrear la relación entre semántica e intención de la utilización teórica de la comunidad en las obras de Tönnies, Weber y Durkheim.