El trabajo se propone analizar los cambios producidos en la relación entre el movimiento cooperativo argentino y el Estado Nacional en las últimas cuatro décadas, poniendo el acento en la vinculación existente entre las políticas públicas hacia el sector solidario y el modelo económico.
La relación existente entre el Estado y el movimiento cooperativo sufrió un drástico quiebre a mediados de los ‘70 con el surgimiento de un nuevo modelo de funcionamiento de la economía. La relativa protección estatal a las entidades cooperativas finalizó con el auge de las políticas neoliberales, y estas instituciones se vieron obligadas a jugar en el tablero del libre mercado en condiciones de inferioridad.
El inicio del siglo XXI muestra un nuevo escenario latinoamericano, donde surgieron gobiernos que intentan superar los efectos de las políticas neoliberales desde proyectos políticos con diferentes alcances, pero que en casi todos los casos tienen como objetivo reparar las calamidades de las experiencias previas y en los que la promoción del cooperativismo aparece como una de las vías de construcción de sociedades más justas y equitativas. En ese contexto, el Estado argentino ha desarrollado en los últimos años una activa política de promoción de la economía social y solidaria.