“Tendrían que enseñarse principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el camino. Es necesario aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certezas.” (Morin: 2007, p.16) En relación a la segunda proposición que determina el tema central de este ARQUISUR:
proyecto o incertidumbre, esta reflexión nos ayuda a introducir un intersticio donde anclar nuestro interés en las prácticas de enseñanza en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de UNLP.
El proyecto es la mecánica que pone de manifiesto un proceso complejo, multidimensional, de generación progresiva, que se explicita a partir de una serie de procedimientos y operaciones que definen y conforman los objetos disciplinares -proceso proyectual- y el reconocimiento de un campo de acción específica constituido por códigos, imaginarios y tradiciones que dan entidad a lo disciplinar.
La definición de este campo implica establecer criterios, principios de actuación que orientan las prácticas de enseñanza a partir de determinadas estrategias de acción en relación a los procesos de transposición, los dispositivos, las herramientas y los instrumentos.
Desde esta perspectiva, intentaremos referir las relaciones entre proyecto e incertidumbre en la actividad del aula.