Las artes escénicas y/o performáticas tienen una característica única que las distingue de otras disciplinas artísticas. En ellas, la relación entre el sujeto creador y “lo creado” no está mediada por una materialidad distinta, sino que se superponen. En el cuerpo del “actor presente en escena”, no encontramos más que nuestro propio cuerpo.
La técnica entonces no sólo acompaña al proceso creativo ofreciendo las herramientas necesarias para su concreción, sino que comporta en sí misma la posibilidad de la aparición de aquel cuerpo-signo en la escena. El cuerpo es una materia autorreferencial.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)