Nos proponemos en esta presentación analizar la violación a los derechos humanos de las mujeres en la masacre de Pando, Bolivia, más precisamente en la comunidad de El Porvenir, sucedida el 11 de septiembre de 2008, donde un grupo al mando del Prefecto Leopoldo Fernández1, integrado por personas del Comité Cívico2 y matones/sicarios, impidieron el paso3 a campesinos y campesinas que marchaban hacia la capital Cobija y cuyos objetivo eran el de la defensa del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y el de la Asamblea Constituyente en contra de los estatutos autonómicos4. Este conflicto fue interpretado (en una escalada de violencia) como desestabilizador de la democracia de Bolivia, un golpe cívicoprefectural que tenía la finalidad del derrocamiento del Presidente Evo Morales, que valió la acción de la UNASUR5.
Nos proponemos indagar sobre el lugar de las mujeres en este conflicto de lucha por posiciones y poderes, en el que se enfrentan los dueños de todas las cosas, hasta de las vidas, contra quienes por primera vez son reconocidos como seres con derechos por el Estado, donde hubo persecución y masacre y en el que el escenario natural se volvió una trampa para huir de la cacería. Lo haremos a partir de analizar discursos sociales, mitos, silencios, naturalizaciones, violencias, tramas culturales en un escenario selvático y olvidado por el Estado, ha sabiendas que “la idea de cultura como totalidad es un error analítico” (Benhabib; 2006:108). Las violencias circulan en las diferentes tramas culturales, la componen el temor/terror y la “sagrada admiración” de quienes la ejercen, al ser naturalizadas las violencias suelen analizarse de manera indiferenciadas y amorfa, con una “presencia espectral, extensa e inabarcable” (Benjamin; 2009:46).
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)