El propósito de nuestro estudio exige hacer una breve lectura sobre la más reciente historia argentina, alrededor del poder hegemónico y sus resistencias desde una perspectiva de género.
Ello nos brindará un marco adecuado para el estudio del género en términos de performatividad, en un contexto de crisis social y económica como la que atravesó la Argentina alrededor del año 2001.
Analizar la relación dialéctica establecida en dicho período entre estructura y acción desde la performatividad de género supone atender a las limitaciones y condiciones impuestas por parte de la estructura, a las actuaciones de género a lo largo de la historia reciente del país.
En términos históricos, se trató de la crisis argentina “más profunda e integral de su historia contemporánea, manifestada agudamente en términos económicos, financieros, sociales, políticos, institucionales y en especial como una crisis de valores que rigen las modalidades de relación social y de organización de las sociedades” (Argumedo y Quintar, 2003: 619).
Consistió en un proceso irruptivo tanto sobre lo social como sobre lo subjetivo, en tanto que ha favorecido la colectivización de las experiencias y la confrontación de proyectos políticos alternativos, y a la vez ha generado un proceso creciente de individuación de los sujetos. En la magnitud y multidimensionalidad de esta crisis reside nuestro interés acerca de cómo la situación social y económica de Argentina interactúa con la normatividad de género.