Las llamadas terapias alternativas constituyen prácticas discursivas de fuerte presencia en el campo de lo psicoterapéutico en la actualidad. Nuestro punto de interés no reside en su mera existencia (de antigua tradición en algunos casos) sino en su proliferación, y la pregnancia que han cobrado en las últimas décadas respecto del tratamiento del malestar subjetivo, tanto desde la multiplicidad de ofertas cuanto de las demandas variables que les son dirigidas por sus usuarios. Sin pretender un análisis exhaustivo de las mismas, intentaremos encontrar algunos denominadores comunes a nivel discursivo, así como interrogar los motivos de su presencia en la escena psicoterapéutica contemporánea.